MERCÉ DE SANTIAGO
Voluntaria en Lituania
¿A qué paÃs te fuiste tú a ayudar? ¿Cuántas veces?
He ido a Lituania dos veranos seguidos (el pasado y el anterior), y las dos veces estuve allà dos semanas aproximadamente. Fui con un club juvenil.
¿Qué club es ese? ¿De qué lo conoces?
Se llama Club Juvenil Pallars. Lo conozco desde que soy pequeña, porque me llevaban mis padres.
En 4º de Eso me propusieron este viaje, y pensé que serÃa divertido ir con las amigas y probar una nueva experiencia. Alguna vez he hecho voluntariado en Barcelona o en Lleida, pero ir a un lugar lejano es distinto, supuse que eso me cambiarÃa y verÃa cómo es el vivir en un paÃs pobre como ese, apenas conocido y con dificultades económicas.
¿Era duro el trabajo que tenÃais que hacer?
No era nada duro comparado con otros trabajos sociales, pero era un poco difÃcil porque la gente de allà no vivÃa en muy buenas condiciones.
Lo que yo hacÃa básicamente era visitar a los enfermos o a gente mayor de un asilo para hacerles pasar un buen rato. A veces les dábamos de comer o les cantábamos, otras veces hablábamos con ellos...
Algunos dÃas nos quedábamos en el colegio dónde dormÃamos y dábamos clases de español a los niños/as lituanos/as. También limpiábamos la escuela dividiéndonos, las zonas y los diferentes trabajos que habÃa que hacer en ella.
¿Cómo era la gente?
Muy alegre y agradecida. Tú ibas allà el primer dÃa deseando acabar el "trabajo" pero luego resultaba imposible irse. Estaban siempre tan contentos que preferÃas estar con ellos y dar tu tiempo antes que hacer otra cosa.
¿Hubo alguna cosa que te costara mucho?
La rutina. El hacer lo mismo durante algunos dÃas seguidos se hacÃa un poco pesado...
Repetir tantas veces lo mismo resultaba un poco monótono. Pero, en general, todo me gustó.
¿Los jóvenes de allà eran voluntarios y os ayudaban?
SÃ, vinieron chicas jóvenes lituanas y estuvieron con nosotras durante la estancia. Eran súper simpáticas y sobre todo, muy sonrientes. Les encantaba ayudar...
Ver que se preocupaban de la gente de su mismo lugar de nacimiento me impactó, porque nosotros tenemos gente necesitada cerca y no nos damos cuenta la mayorÃa de veces.
Me impresionó también la historia de una señora de mediana edad que tenÃa leucemia. Nos contó que el dinero que tenÃa para comprarse el desayuno, que no llegaba al euro, lo daba a la Iglesia. VivÃa de la caridad y nosotras un dÃa le dimos comida y otro le trajimos medicamentos que ella no podÃa pagarse y una bebida también que le recomendó el médico.
En fin, que me ayudó su generosidad. Puso a Dios antes que a su propia salud.
Te debió gustar mucho, si fuiste dos veces...
Siempre le cuesta a uno irse durante varios dÃas a otro paÃs tan distinto, pero cuando estas allà no quieres volver. PensarÃa que con ir dos veces ya tengo suficiente pero nunca es bastante. Siempre se puede ayudar más y si los de allà pudieran, harÃan lo mismo por nosotros.
¿Este voluntariado te ha hecho ser mejor persona?
Soy la misma de siempre, pero evidentemente algo queda dentro. Aunque no recuerde exactamente cosas concretas del viaje, siempre me acordaré de lo que me hizo sentir. Me hizo sentir feliz, y cuando veo alguien enfermo o gente necesitada, me paro a pensar en ellos. Si no hubiera ido posiblemente no tendrÃa la misma visión hacia los demás ni serÃa consciente, porque habrÃa visto con mis propios ojos que realmente hay gente que sufre y que nadie le da ese cariño que a nosotros nos dan cada dÃa.